martes, 27 de mayo de 2014

LA SIRENITA



          Los rayos del rey sol apenas pespuntaban por arriba de los cocoteros, los vientos alejaban la penumbra  de la madrugada, los pájaros se revoloteaban  sobre el verde pasto del jardín. Las límpidas aguas se reposaban en la quietud de la piscina
--- ¡Splash…!--- salpicó el ambiente por la caída de alguien en las cálidas aguas.
--- ¡La niña…!---gritaron, saliendo en loca persecución hasta asomarse en el borde de la orilla.
---Hola…! ¡Sorpresa! --- ella saludó después de asomarse en la esquina opuesta, la sonrisa en sus labios, galante picardía en su carita, levantó sus brazos mientras mostraba su intrépida hazaña.
---Aquí estoy, ya se nadar.---finalizó la cantaleta
--- Oye, si que nos asustaste,--- la abuela le indica señalándole con el dedo índice y con el seño fruncido.--- Nunca debes meterte al agua, sin que alguien te esté vigilando.---
          La Jovencita con tan solo 6 años, se sumergió nuevamente, evitando así el regaño, luego atravesó el agua hasta asomarse en la otra orilla junto a las gradas, de donde salió caminando, se envolvió en su toalla de playa, sacudió su hermoso pelo, limpió sus grandes ojos negros, dirigiéndose pasito a pasito hasta acercarse donde se encontraba su abuela.
--- Ya-Ya, te amo ---como gatito se arrumacó en su regazo, recibiendo las caricias con toda humildad
--- Yo también te quiero mucho, me diste un gran susto---
--- Sabes una cosa, me gustó y lo volveré hacer, siempre y cuando tu me acompañes,---guiñándole el ojo.
          Fundidas en un abrazó se dirigieron al salón de la casa, donde el resto de la familia observaba el evento.
          Entre aplausos y sollozos vitorearon a la sirenita, ella se contorneaba coquetamente mostrando su travesura.

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